Sunday, May 7, 2017

it's not that easy being green/no es tan fácil ser verde



 Tweet - spin - rage - lie - attack. Repeat. Repeat until the waters are sufficiently muddied. Over and over and over. It's a recipe for psychic exhaustion, and it is very effective.

I recently stopped following a couple of friends on Facebook. After reading repeated urgent posts, demanding my immediate attention (or outrage), I knew it was time to step back in order to preserve both my own equanimity and our real, non-virtual friendships. The posts were relentless, dealing with impeachment, doom, complicity, malfeasance, and general distress ~ all related to recent happenings in our country and our world. Some were accurate; some were exaggerated; all together, they were overwhelming. So it is in our over-connected, under-reflective world, filled with a 24/7 urgency that does not abate.

Catholic monk and peace activist, Thomas Merton, referencing Quaker leader, Douglas Steere, nailed it back in the '60s ~ a time of turmoil not unlike our own, though without the relentless connectivity:

There is a pervasive form of contemporary violence to which the idealist most easily succumbs: activism and overwork. The rush and pressure of modern life are a form, perhaps the most common form, of its innate violence. To allow oneself to be carried away by a multitude of conflicting concerns, to surrender to too many demands, to commit oneself to too many projects, to want to help everyone in everything, is to succumb to violence. The frenzy of our activism neutralizes our work for peace. It destroys our own inner capacity for peace. It destroys the fruitfulness of our own work, because it kills the root of inner wisdom which makes work fruitful.

 (from Conjectures of a Guilty Bystander, 1966)

Which brings us to Green Tara. A much-loved Buddhist deity (one of 21 Taras, of varying hues), she has a huge following, particularly in Tibet. According to legend, she chose to reincarnate as a woman every time she came back. Because she was so enlightened, the powers-that-be encouraged her to reincarnate as a male, which of course would be a promotion of sorts in their male-dominated culture. She ignored their advice and made the following vow:

There are many who desire enlightenment in a man's body, but none who work for the benefit of sentient beings in the body of a woman; therefore, until samsara (the cycle of birth and death) is empty, I shall work for the benefit of sentient beings in a woman's body. 

As if that weren't enough, there's something else. This Goddess of Compassion sits with a unique posture. Do you you see it? She is beautifully ensconced on her lotus cushion, in a prayerful pose, but her right leg is extended. She is spiritual, contemplative . . . and ready to spring into action at a moment's notice, prepared to respond to those who need her ~ but not without maintaining her spiritual grounding. I can think of no better model for how to proceed in these difficult times.

(In case you're looking for something to read while on your particular "lotus cushion", I highly recommend Merton's Conjectures of a Guilty Bystander).

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No es tan facil ser verde

   

Tweet, girar, enfurecerse, atacar. Repetir. Repetir hasta que se hayan ensuciado suficientemente las aguas. Una y otra vez. Es una receta para el agotamiento psíquico, y es muy efectiva.

Hace poco dejé de seguir a unos amigos en Facebook. Después de leer posts repetidos, requiriendo mi atención inmediata (o indignación), me di cuenta que necesitaba alejarme un poco de ellos, para mantener mi propia ecuanimidad, y nuestras amistades reales, no virtuales. Los posts eran agotadores, hablando de la impugnación, la destrucción, la complicidad, varios actos ilícitos, y la angustia general ~ todos relacionados a los acontecimientos recientes en nuestro país y en el mundo. Algunos eran acertados; algunos exagerados; todos juntos, me agotaron.y me paralizaron emocionalmente. Así es en nuestro mundo demasiado conectado y poco contemplativo, lleno de una urgencia 24/7 que no se detiene.

El monje católico/activista, Thomas Merton, identificó el problema, citando al líder cuáquero, Douglas Steere, en los años 60 ~ un tiempo de turbulencia política muy parecido al nuestro, pero sin la conectividad incesante:

Hay una forma invasora de violencia contemporánea a que sucumbe muy fácilmente el idealista que lucha por la paz con métodos no violentos: activismo y exceso de trabajo. La precipitación y la presión de la vida moderna son una forma, quizá la más corriente, de su violencia innata. Dejarse arrastrar por una multitud de intereses en conflicto, rendirse a demasiadas solicitudes, comprometerse con demasiados proyectos, querer ayudar a todo el mundo en todo, es sucumbir a la violencia. Más aún, es cooperar con la violencia. El frenesí del activista neutraliza su trabajo por la paz. Destruye su capacidad interior de paz. Destruye la fecundidad de su obra, porque mata la raíz de sabiduría interior que hace fecunda la obra.

(de Conjeturas de un espectador culpable, 1966)

Y eso nos lleva a Tara Verde. Una diosa budista muy apreciada (una de las 21 Taras, de varios colores), tiene muchos devotos, especialmente en Tibet. Según las leyendas, ella escogió reincarnar como mujer cada vez que regresaba a la vida. Ya que estaba tan iluminada, los líderes religiosos la animaron a reencarnar como hombre ~ lo que, por supuesto, sería una promoción en su cultura patriarcal. Ella no les hizo caso, e hizo el siguiente voto:

Hay muchos que desean la iluminación en el cuerpo de un hombre, pero ninguno que trabaja por el beneficio de todos los seres sintientes en el cuerpo de una mujer. Por eso, hasta que esté vacía la samsara (el ciclo del nacimiento y la muerte), trabajaré por el beneficio de los seres sintientes en el cuerpo de una mujer.

Como si no fuera suficiente eso, hay algo más. Esta Diosa de la Compasión tiene una postura única. ¿Lo ves? Está situada hermosamente sobre su colchón de loto, meditando, pero tiene la pierna derecha extendida. Es espiritual, contemplativa ... y lista para saltar del colchón en un instante, lista para responder a los que la necesiten ~ pero no sin mantener su profunda conexión con la energía divina y universal. No puedo pensar de un modelo mejor de cómo proceder en estos tiempos difíciles.

(Si buscas algo que leer en tu "colchón de loto", recomiendo, Conjeturas de un espectador culpable de Merton.)