(Traducción al español a continuación)
One night a number of years ago, I accompanied some friends to a showing of The Rocky Horror Picture Show. Some readers of this humble blog know what happened next: I was unwittingly “invited” to participate in the pre-movie show, and before I knew it, I was on stage in front of hundreds of people, participating in an Orgasm Faking Contest. That’s right: An Orgasm Faking Contest. The choice was to run off the stage or go for broke: I chose the latter. Imagine the performance at your own risk, but let me tell you: I took second place out of the three participants, and I would have won if they hadn’t had a cast member participating.
You might wonder why I would be bringing up such a thing. Well, it’s mostly because it’s almost Valentine’s Day and I want to post one of the great movie scenes of all time, from a movie that celebrates love, friendship, and the best faked orgasm in the history of filmmaking. I gave a respectable fake performance in front of a bunch of people, but I hereby bow to the master, Meg Ryan in When Harry Met Sally. Even if you’ve seen it a million times, it’s always worth another viewing:
Moving right along: I’ve always liked Valentine’s Day ~ not in its commercialized, romanticized form, but just as a special day to remember some of the folks who bring love and joy into our lives. And I like the chocolate. I’ve just never understood all the Valentine’s Day hype, the hype which tells us:
If you can just find that perfect someone, your life will be complete.
It’s such a silly message, but to be honest, it’s so damn seductive. I mean, really, if you’ve ever fallen crazy in love ~ with someone who feels the same for you ~ well, it doesn’t get a whole lot better this side of Heaven. I’m no curmudgeon when it comes to love and romance. But the older I get, the less patience I have with simplistic notions of love. We do ourselves a great disservice when we limit our ideas of love to romance, sex, and partnering up with the person of our dreams.
It’s common to hear people lamenting the lack of a romantic partner, dreading the horror of “ending up alone” ~ as though the only way to beat back loneliness is through a romantic relationship. I don’t buy it. Some of the loneliest times in my life came about when I was married or in a relationship. We only “end up alone” if we refuse to love. And love ~ real love, not the gussied up, romanticized version we hear so much about on Valentine’s Day ~ only happens when we set aside the illusions and allow ourselves to be open, to take risks in order to connect with others and be a part of their lives. In short, we have to allow ourselves to be vulnerable once in awhile, or as the skin horse puts it in the lovely children’s book, The Velveteen Rabbit, we have to become real.
What is REAL?" asked the rabbit one day . . .
"Real isn't how you are made," said the Skin Horse. "It's a thing that happens to you. When a child loves you for a long, long time, not just to play with, but really loves you, then you become real."
"Does it hurt?" asked the rabbit.
"Sometimes,” said the skin horse. For he was always truthful. "When you are real you don't mind being hurt."
"Does it happen all at once, like being wound up," he asked, "or bit by bit?"
"It doesn't happen all at once," said the Skin Horse. "You become. It takes a long time. That's why it doesn't happen often to people who break easily, or have sharp edges, or who have to be carefully kept. Generally, by the time you are real, most of your hair has been loved off, and your eyes drop out and you get all loose in the joints and very shabby. But these things don't matter at all, because once you are real you can't be ugly, except to people who don't understand."
Love is such a deliciously messy business. So whether your Valentine is a lover, a friend, your children, a big yellow cat named Drambuie Scott . . .
or all of the above, I hope you find yourself becoming real on this Valentine’s Day ~ well-loved and loving well ~ and looking a little more shabby because of it.
Get real
(Frase que significa "baja de las nubes" o, literalmente, "vuélvete real"
Una noche, hace varios años, acompañé a unos amigos a ver la película El Show de Terror de Rocky. Algunos de los lectores de este humilde blog ya saben lo que ocurrió después. Sin darme cuenta fui “invitada” a participar en el pre-show, y antes que lo supiera, me encontré delante de cientas de personas, participando en un Concurso de Fingir Orgasmo. Leíste bien: Un Concurso de Fingir Orgasmo. Hubiera podido huir del escenario o jugarme el todo por el todo: decidí hacer el último. Puedes imaginar la interpretación por su propio riesgo, pero déjame decirte: de las tres participantes gané el segundo lugar, y hubiera ganado el primero a no ser por la participación de una actriz del reparto.
Quizás te preguntas por qué haría referencia a esto. Pues se acerca el Día de San Valentín y quiero postear una de las mejores escenas del cine de todos los tiempos, de una película que celebra el amor, la amistad, y el mejor orgasmo fingido en la historia del cine. Yo hice una interpretación fingida bastante buena, pero me inclino ante la maestra, Meg Ryan en Cuando Harry Encontró a Sally. Aunque ya hayas visto esta escena muchas veces, siempre vale la pena volver a verla:
¡¡¡¡¡¡¡YES!!!!!!!! Cambiando un poco el tema: Siempre me ha gustado el Día de San Valentín (Día del Amor y Amistad) ~ no en su forma comercializada e idealizada, sino como un día especial para recordar a algunas de las personas que llenan nuestras vidas de amor y alegría. Y me gusta el chocolate. Nunca he comprendido todas las ilusiones exageradas que inspira el Día de San Valentín, especialmente las que nos dicen:
Tu vida estará completa cuando encuentres a ese alguien perfecto.
Es un mensaje ridículo, pero hablando francamente, es tan seductor. Si alguna vez has estado locamente enamorada ~ con alguien que siente lo mismo por ti ~ pues hay pocas cosas tan maravillosas este lado del Cielo. No soy pesimista en cuanto al amor y el romance. Pero mientras más años tengo, menos paciencia tengo con las ideas simplistas acerca del amor. Nos hace daño limitar nuestras ideas del amor, creyendo que sólo tiene que ver con el romance, el sexo, y la ilusión de encontrar la pareja de nuestros sueños.
Es muy común oír a la gente lamentar la falta de una pareja romántica, temiendo el horror de “terminar sólo/a” ~ como si la única manera de no sentirse solo fuera con una relación romántica. No lo creo. Algunos de los tiempos más solos en mi vida han ocurrido cuando estaba casada o en una relación. Sólo “terminamos solos” si nos negamos a amar. Y el amor ~ el amor verdadero, no la versión exagerada e idealizada que es tan común en El Día de San Valentín ~ solamente sucede cuando ponemos a un lado las ilusiones y nos permitimos a estar abiertos, a arriesgarnos para poder conectar con los demás y ser parte de sus vidas. De vez en cuando, tenemos que ser vulnerables, o como dice el caballo de piel en el bello libro de niños El Conejo de Terciopelo, tenemos que volvernos reales.
"¿Qué es real?" preguntó el conejo un día . . .
"Real no es cómo estás hecho," dijo el caballo de piel. "Es algo que te pasa. Cuando un niño te ama por un largo, largo tiempo, no sólo para jugar, sino que realmente te ama, entonces te vuelves real."
"¿Duele?" preguntó el Conejo.
"A veces," dijo el Caballo de Piel, pues él siempre decía la verdad. "Cuando eres real, no te importa que te lastimen."
"Ocurre de repente, como si te dieran cuerda," preguntó, "o poco a poco?"
"No ocurre de repente," dijo el Caballo de Piel. "Te transformas. Lleva un largo tiempo. Por eso no le ocurre a menudo a la gente que se rompe fácilmente, o tiene bordes afilados, o que tienen que ser cuidadosamente conservados. Generalmente, para cuando eres real, la mayoría de tu pelo se ha caído, y se te han salido los ojos y se te aflojan las articulaciones y te pones andrajoso. Pero estas cosas no importan para nada, porque una vez que eres real no puedes ser feo, excepto para la gente que no entiende."
El amor es tan deliciosamente complicado. Así que en este Día de San Valentín ~ sea tu “Valentíne” * un amante, una amiga, tus hijos, un enorme gato amarillo que se llama Drambuie Scott . . .
* En inglés las personas especiales en tu vida se llaman “Valentines” en este día
o todas las anteriores, espero que te encuentres “volviéndote real” ~ bien amado y amando bien ~ y un poquito más andrajoso como consecuencia.