Thursday, November 10, 2016

grief

(Traducción al español a continuación)



(Entrance of St. Leo Church, Tacoma, Washington)

It is not weakness to take time to grieve. It is not intolerance to refuse to “move forward” at this point, to refuse to leave behind the hateful, mocking, bullying behavior of Donald Trump. It is not weakness to allow ourselves to remember ~ no, more than that ~ to pledge to never forget the mimicking of a disabled reporter, the calls to ban Muslims, the jeering “get him out of here” when referring to protesters, the sickening descriptions of women and how he likes to treat them, the wall. Trump’s words had power, and they have inspired some appalling behavior. We would never allow our children to behave as he has; yet the electoral college has elected him as our President. I am grieving right now. That is not being a “sore loser”. It is being a thoughtful citizen and an introspective human being. We could use a few more of those.

There are countless calls right now for us to come together to move forward as a country. I appreciate this, especially the words of Bernie Sanders. But I refuse to do so prematurely. True work for peace and unity involves deep reflection on who we are and who we want to become together. In this time of tweets and soundbites, we speed toward supposed solutions and false reconciliation. Without grief for the civility we are losing, our solutions will not be grounded or whole.

It is not weakness to take time to grieve.

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duelo



(Entrada de la iglesia St. Leo en Tacoma, Washington)

No es la debilidad tomarse un tiempo para estar en duelo. No es la intolerancia negarse a "moverse hacia delante" a estas alturas, negarse a dejar atrás el comportamiento odioso, acosador, y burlón de Donald Trump. No es la debilidad permitirnos recordar ~ no, algo más ~ prometer que nunca olvidaremos su imitación de un reportero discapacitado, su llamada a excluir a los musulmanes, el feo "sácalo de aquí" refiriéndose a los manifestantes, las descripciones repugnantes de las mujeres y cómo le gusta tratarlas, el muro.

Las palabras de Trump tenían poder, y han inspirado comportamiento espantoso. Jamás permitiríamos que nuestros hijos se portaran como él; sin embargo, el Colegio Electoral lo ha eligido como nuestro Presidente. Estoy en duelo. Algunos dirían que soy mala perdedora, pero no: estar en duelo en este momento es ser una ciudadana atenta y un ser humano introspectivo.

He oído decir que ahora tenemos que juntarnos, a moverse hacia delante como un país unido. Aprecio el sentimiento, especialmente como lo ha expresado Bernie Sanders. Pero me niego a hacerlo antes de tiempo. El verdadero trabajo por la paz y unidad requiere la reflexión profunda, examinando quiénes somos y quienes queremos ser juntos. En este tiempo de tweets y soundbites/fragmentos de entrevistas, corremos hacia las supuestas soluciones y la falsa reconciliación. Sin el duelo por la urbanidad que estamos perdiendo, nuestras soluciones no tendrán un fundamento y estarán incompletas y falsas.

No es la debilidad tomarse un tiempo para estar en duelo.